Finalizando el año escolar
Las
dificultades en el aprendizaje, repetir un grado o mudarse de casa pueden acarrear
problemas en el estudiante y terminar en el cambio de colegio, situación
desesperante para un escolar. Existen maneras para ayudarlos, y ver si la
decisión es correcta.
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| Niños estudiando (Foto de Rodolfo Vidal) |
Lo que sucede con los chicos que se aplazan y deben cambiar de colegio
Se aproxima fin del año escolar, en las instituciones se deben analizar los
casos de alumnos con bajo rendimiento, dificultades en el proceso de
aprendizaje y problemas de conducta. Estas dificultades pudieron presentarse
como una constante durante todo el año, como en momento del desarrollo educativo, o ser algo recurrente, ya iniciado en años anteriores. En el mejor
de los casos, el alumno que no aprueba en el examen final o no aprobó en
ninguna de las etapas, es decir, tiene aplazos sucesivos, tienen otra
oportunidad en febrero, en el examen complementario.
Que ocurre con los alumnos que deben regularizar cinco o más materias en
el mes de febrero?
Esto implica para la familia un compromiso, porque generalmente se deben
preparar durante todas las vacaciones con una profesora particular, o una
profesional psicóloga o psicopedagoga. Esta además debe determinar las causas
de las dificultades detectadas. Es importante que los padres sepan las
normativas en el caso de que su hijo no apruebe, dado que podría tener que
recursar, según el grado en el que se encuentre, o tener que cambiar de
institución.
–¿Qué se hará si hay que tomar decisiones importantes?
En relación a las decisiones institucionales, es fundamental que exista un
proceso de seguimiento ante las dificultades. Los padres deben ser informados,
a través de una entrevista, de la situación detectada con su hijo, sea este un
problema de falta de responsabilidad, conducta inquieta, atención dispersa,
dificultades de comprensión de contenidos, escasa o nula producción en clase,
entre otros.
Las estrategias a seguir
Además de dar la información, los maestros deben brindar estrategias de cómo
enfrentar esta situación, tanto desde la propia institución como desde la
familia, y con frecuencia de la necesidad de la consulta con un psicopedagogo,
psicólogo y neurólogo.
Es necesario hacer un seguimiento, a través de entrevistas,
ver cómo sigue el proceso, y si está adecuadamente encaminado
deberían observarse avances.
Puede que el alumno haya presentado dificultades desde inicios del
año o tener necesidades educativas que ameriten otro tipo de intervención,
y ya con una decisión de contratar una maestra
integradora. Quizá el alumno tiene problemas de conducta y se indica a los
padres un cambio de colegio.
16 de
Noviembre de 2011

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